Tras completar el diseño de las sucursales bancarias del Sugamo Shinkin Bank en Tokiwadai y Niiza, el estudio de arquitectura Emmanuelle Moureaux se ha encargado del rediseño arquitectónico y de interior de esta sucursal en Shimura, Tokio.
El estudio quiso huir de la seriedad que normalmente acompaña a las oficinas bancarias, aportando un ambiente más distendido y amigable, cambiando las reglas del juego y resultando una atmósfera fresca y llena de luz.
Para ello, el estudio partió de un concepto básico: el arco iris. El edificio se conforma de un conjunto de doce capas de colores que se asoman desde la fachada para invitar a los clientes a entrar. Los colores, además, se reflejan en la superficie blanca del fondo del edificio. Por la noche, las capas se iluminan débilmente. La iluminación varía según la estación y la hora del día, evocando múltiples paisajes.


El espacio interior está lleno de luz gracias a la construcción de tres claraboyas elípticas. Los visitantes, de forma espontánea, miran hacia arriba y pueden ver un trozo de cielo, de naturaleza, el espacio se convierte en algo abierto, amplio, diáfano. Siguiendo con esta idea de apertura al cielo, el techo está decorado con motivos que recuerdan dientes de león, que parecen flotar y andar a la deriva en el aire.