Las alfombras son uno de los elementos decorativos básicos del hogar. Para muchos decoradores, una casa siempre queda algo desnuda si no cuenta con unas alfombras bien elegidas.
Pero no es sólo una cuestión estética. Hay motivos prácticos para poner alfombras: protegen los suelos, evitan que los muebles más pesados acaben dejando marcas en el pavimento, aportan calidez a una estancia y nos permiten andar descalzos en pleno invierno.
No es sólo cuestión de estética, las alfombras son un buen aislante térmico y acústico. Además las alfombras tupidas ayudan a insonorizar y a evitar las pérdidas de calor en una estancia.
Pero por supuesto también hay inconvenientes. Desde un punto de vista puramente estético, con una alfombra mal elegida podemos estropear toda una estancia. Tienen más presencia de la que parece. Y si no lo hacemos bien puede agobiar la estancia, haciéndola parecer más pequeña, cargada u oscura.
El principal inconveniente práctico es su mantenimiento. Siempre es más fácil mantener limpio un suelo libre de alfombras. Si hay asmáticos en casa o alérgicos a los ácaros, conviene envitarlas, o al menos elegir aquellas que atraigan menos el polvo. Con muchas alfombras se suma además el coste anual de la tintorería.
No conviene elegir las alfombras más delicadas para las zonas que tengan mucho tránsito. Conviene además cambiarlas de posición cada cierto tiempo para no formar siempre las mismas zonas de desgaste por las pisadas, los muebles o la acción de la luz. Las alfombras que no tienen un motivo central limitan menos su disposición.
A la hora de comprar una alfombra ten en cuenta tu estilo de vida además del estilo de la estancia, aunque obviamente el tipo de muebles, el color de las paredes y los metros disponibles son cosas fundamentales. Y ten presente que los estampados más grandes atraen más las miradas.
Catalogo de alfombras gandia blasco
Catálogo de alfombras nanimarquina
Alfombras naturales
Al escuchar la palabra alfombra casi todos pensamos en la clásica de nudos, pero hay muchas más ofertas en el mercado.
Por ejemplo las elaboradas con materiales naturales. Suelen ser más baratas, muy fáciles de colocar y casan casi con cualquier tipo de decoración.
Hay todo tipo de materias vegetales en el mercado: yute, coco, algas, sisal, bambú, papel… A veces aparecen solos y en ocasiones se combinan con telas más o menos llamativas, cuentas o algún otro tipo de material.
El más común y asequible suele ser el yute, mientras que el sisal y las algas son losmás resistentes. Las alfombras de coco son más rugosas y rústicas.
Su principal inconveniente es que no son muy sufridas con las manchas (conviene aplicarles un buen tratamiento antimanchas) y tienen mucha menos vida por delante.
Están prohibidas sin en la casa hay gatos, les encanta afilarse las uñas en ellas.
Sea como sea la alfombra elegida, no es ninguna tontería colocar materiales antideslizantes bajo ellas para evitar accidentes domésticos, algo que es especialmente aconsejable cuando hay mascotas y niños revoltosos.