Desconecta de tu día a día disfrutando de las estancias y de los paisajes espectaculares que te ofrece Formentera, isla definida de múltiples maneras como bien informa Can Toni Blay. Definida por pintores como “La Mancha en el Mediterráneo”, por historiadores “La isla con forma de serpiente”, por escritores “El pendiente que cuelga de Ibiza”, por algunas generaciones “El último paraíso del Mediterráneo”, por quienes la aman “La isla de la calma y los sueños”.
Te invitamos a conocer la isla y desconectar de tu rutina disfrutando de los paisajes espectaculares que ofrece la isla. La masía, Can Toni Blay, ofrece un total de cuatro casas rodeadas de vegetación mediterránea, dunas, sabinas e higueras convertidas en esculturas. Consta de tres casitas tradicionales en cuanto a su arquitectura y decoración, arropadas por generosas zonas comunes y muros de piedra. A ellas se suma una cuarta casita independiente de carácter arquitectónico más moderno, manteniendo los cánones de construcción de la isla. A continuación podéis ver la fotografía de casa Tramontana.
Para que una casa payesa sea perfecta debe tener dos cosas: un buen jardín y unas buenas vistas, ya sea al mar ya sea a las Sabinas, ya sea a cualquier pueblo de la isla.
La casa Tramontana lo tiene todo. Desde una escalera exterior accedemos al tejado de la casa donde podemos disfrutar de unas espectaculares vistas al mar, ver el pueblo de Es Caló y La Mola… la terraza es ideal para ver las puestas de sol, cenar bajo las estrellas o tomar unas copas.
Desde el ventanal de la casa Tramontana se dispone un amplio patio dotado de un centenario olivo, así como un jardín donde poder tomar el sol y disfrutar del aire libre tanto durante el día como por la noche.