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Hoy, para hacer un homenaje al mes de agosto y a su calidez, queremos hacer una escapada a Formentera. Una isla pequeña en el archipiélago de las Baleares que nos recuerda al caribe pero en pleno mar Mediterráneo. Se trata de uno de los lugares más paradisiacos de nuestro país y casi me atrevería a decir de nuestro continente. Sin duda, es un lugar mágico, con sabor a salitre, destellos turquesas y cálidas playas de arena blanca y agua cristalina. Ahora toca hablar de sus casas, de la esencia de sus hogares donde huele y se respira mar.
Las casas payesas de Formentera
Para saborear la auténtica esencia de Formentera, también influye el tipo de alojamiento que escojamos para pasar allí unos días, semanas o meses. Hay una gran variedad de alojamientos, hostales, pensiones, apartamentos, hoteles…pero nada comparable a una auténtica casa payesa.
Una buena casa rural payesa debe reunir las siguientes condiciones esenciales:
Veamos cuáles son las principales características de las conocidas casas payesas, originarias de este islote en el arquipiélago balear.
- Una de ellas es la ubicación. ¡Fundamental! Una zona tranquila de la isla que nos permita noches silenciosas. Para conseguirlo necesitaremos acceder a la casa elegida a través de uno de los pedregosos caminos decorados tan solo con vegetación isleña, sabinas, piteras, higueras y muros construidos piedra sobre piedra. Los olores y el silencio no se verán, pero se intuirán y nos transmitirán una sensación especial nada más llegar a la casa.
- Otro de los requisitos son los auténticos muros de piedra que dan forma a las casas. Nos permitirán disfrutar de la estancia a una temperatura muy agradable sin necesidad de aire acondicionado artificial.
- Toda casa payesa debe contar con un porche o terraza con vistas al mar donde poder disfrutar de una cena bajo las estrellas de Formentera.
- Estas estupendas casas se completan con una decoración especial, suelos de arcilla, azulejos, cuadros, vasijas, cortinas…
Si quieres una casa con todo esto Can Toni Blay es el sitio adecuado, donde además cada cliente recibe un trato especial.
Alojamientos payeses Formentera:
A continuación os presentamos algunas de los alojamientos payeses más emblemáticos de la pequeña isla de Formentera. ¡No te lo puedes perder!
Casa Tramontana Formentera- Can Toni Blay
Con unas espectaculares vistas al mar mediterráneo y un jardín típico de la zona, como podemos apreciar en la fotografía. Consta tanto de pinos como de olivos y utiliza esos suelos arenosos para conectar la casa con el jardín.
Se trata de un agradable alojamiento payés perfecto para disfrutar de unas cálidas vacaciones veraniegas en el paraíso mediterráneo.
Casa payesa Migjorn en Formentera
Y así es la típica casa payesa, tal y como la describíamos anteriormente: blanca, con puertas azules, porche, jardín donde no falta una buganvilla bien colorida y un patio conectado directamente al jardín, desde el que se pueden apreciar las increíbles vistas de la zona.
No se puede pedir más, quién no querría estar sentado en esa terraza tomándose una cerveza bien fresquita y contemplando la inmensidad de mediterráneo.
Casa Llevant Formentera
Otra estampa de postal veraniega es esta casa payesa conocida como Llevant en la isla de Formentera. Todo un clásico entre los clásicos. Casa blanca, de techos altos y pocas plantas, unifamiliar, con un amplio jardín que se mimetiza con la naturaleza autóctona, esos árboles de pino enormes.
Además esta casa payesa tradicional cuenta también con una piscina rodeada de hamacas y tumbonas ideales para disfrutar del solecito veraniego propio de la isla en esta época del año. Y para los que no quieren torrarse demasiado, solo tienen que ponerse bajo la sombra de una hermosa palmera. No hay mejor manera de vivir la esencia del mediterráneo.
Casa Xaloc en Formentera – Can Toni Blay
Por último pero no por ello menos importante, te invitamos a conocer la Casa payesa Xaloc en Formentera. Que gracias a su porche exterior cubierto con final madera podemos disfrutar del exterior del hogar sin la pesada sensación del sol a mediodía. Por tanto, se convierte en el espacio idóneo para hacer una paella o para disfrutar de un buen desayuno.