Es lo que tiene el diseño: a veces, hacerlo simple es lo más difícil. Por eso, este año, el jurado de los Premios Delta 2011 ha valorado la sencillez y adaptabilidad del Asador al Vapor diseñado por Compeixalaigua Designstudio y editado por Lékué, un asequible bol de silicona de 24,50€ PVP y de fácil producción en serie.
El Asador al Vapor de Lékué sintoniza perfectamente con la gastronomía actual. Potencia la comida saludable mediante la cocina al vapor, que mantiene los nutrientes de los alimentos. La flexibilidad y ergonomía del material permite una completa adaptación a todo tipo de comida (pescado, verdura, carne o hasta pan casero). Y su estética invita a ser usado no sólo para cocinar, sino también para mezclar, pesar, pastar, servir o comer. Por todo ello, el Asador al Vapor se ha alzado con el Delta de Oro 2011, desbancando a 66 finalistas entre 250 inscripciones.
El bol está hecho en silicona platino, material fetiche de la marca Lékué. Es antiadherente, suave y muy flexible. Resiste hasta 220ºC y puede meterse en el horno, el mirco, el lavaplatos y el congelador. De hecho, una de las mejores formas para cocinar con el Asador al Vapor es al horno, ya que la circulación del aire caliente entra y sale por las extremidades y consigue crujientes y apetitosas texturas en los alimentos.
Como ya ocurrió en 2005, cuando las bandejas Delica del estudio Zoocreative se llevaron el Delta de Oro, este año lo ha logrado otro estudio “modesto”, frente a los grandes nombres que han protagonizado otras ediciones (Enric Miralles y Benedetta Tagliabue en 2001, Lievore, Altherr, Molina en 2003, Alfredo Häberli en 2007…). Compeixalaigua Designstudio está formado por Xavi Flores (Barcelona, 1975) y Ruth Pérez (Barcelona, 1977), quienes, además, forman parte de la plataforma Surtido.
En esta 34º edición del certamen, el jurado, representado por Viviana Narotzky, Carles Guerra, Petz Scholtus, Deyan Sudjic, David Cutcliffe y Jaume Serramalera, ha valorado la amplia gama de productos presentados, pertenecientes a áreas muy diversas del diseño. Los seis premios Delta de Plata otorgados señalan dicha pluralidad.
Max Barenbrug ha vuelto a ganar un Delta de Plata con la empresa cochecitos para bebé Bugaboo. En esta ocasión se lo lleva junto a Aernout Dijkstra-Hellinga por el modelo Bugaboo Donkey, una inteligente versión modular. El nuevo cochecito propone un amplio abanico de soluciones en el ciclo de vida del producto; se adapta no sólo al crecimiento del bebé, sino también a la ampliación de la familia, convirtiéndose de mono en dúo y otra vez en mono. Una versatilidad perfecta para dos hijos (sean o no gemelos). Además, lleva bolsa de equipaje lateral expansible y desmontable y gran cesto de compras.
Martín Azúa es otro de los diseñadores que repite Delta de Plata. Este año lo obtiene por el asiento Gep Up! para Estudio Azúa QUE + Arteblanc, un diseño elogiable por su contribución social. Está fabricado en esparto, un material 100% natural, en talleres de tradición artesanal murcianos. El novedoso asiento se mantiene de pie gracias al contrapeso y puede adoptar diversas posiciones: taburete alto, balancín o asiento bajo.
La marca BD Barcelona también parece coleccionar Premios Deltas. Este año su colección de sillas apilables Chair B de Konstantin Grcic ha recibido el Delta de Plata por su equilibrio entre función, estructura y narrativa. Siguiendo la estela “high artesanat” de Table B, Grcic propone una silla sólida y ligera cuyo detalle se halla bajo el asiento, que se presenta en distintos colores.
El proceso de reciclaje de aguas y reducción de residuos domésticos cotidianos del W+W de Roca bien le han valido un Premio Delta de Plata. Diseñado por Gabriele y Óscar Buratti, W+W da un paso de gigante en el progreso sostenible sumado al buen diseño: fusiona lavabo y WC logrando doble reducción: de espacio y de consumo de agua. El agua del lavabo llena la cisterna del wáter.
Otro Delta de Plata otorgado a la dificultad de la simpleza ha sido para Delta Light por su sistema de iluminación compacto You-Turn. Como su nombre indica, puede girarse en un ángulo completo de 360º. Cuenta con un acabado minucioso, un diseño elegante y es fácil de instalar.
El sexto Delta de Plata fue concedido al barco de recreo Silennis S.020, diseñado por Igor Esnal Olasagasti para la empresa Silennis Boats por ser un nuevo concepto de barca a motor eléctrico (no contaminante y prácticamente silencioso), ofrecer una gran versatilidad del espacio, atención al detalle y ser de fácil acceso.
En la categoría del premio del público, el Delta Premi de l’Opinió fue otorgado al wáter WC Lagares In de RCR Arquitectes para Lagares Produccions de Disseny, una pieza que une tres conceptos básicos en su construcción: máxima higiene, mínimo consumo de agua e integración en cualquier espacio. A través de un sensor táctil, la taza del wáter se abre y se cierra proporcionando un simple e higiénico funcionamiento.