El uso de las alfombras en los hogares occidentales como cubierta para el suelo de alguna estancia no se hizo popular hasta el siglo XVIII. En la actualidad las alfombras modernas cumplen esa función y muchas más.
Antiguamente se clasificaban en tres tipos primordiales: las de nudo (según el modelo de nudo que tienen con mayor o menor grosor), alfombras rasuradas y las mixtas (nudo y rasurado en la misma pieza) ajustándose únicamente al uso mencionado.
En las alfombras modernas encontramos una gran diversidad de materiales, desde la lana clásica, cuero, cañas, algodón, hilos o fibras sintéticas que proporcionan a este elemento una considerable posibilidad de juego en la construcción de nuestro espacio.
Este accesorio nos permite sacar provecho de un ambiente acogedor y lo convierten en un lugar único. Tienen múltiples efectos y según como las pongas pueden transmitir sensaciones distintas.
Separan ambientes de una misma habitación sin necesidad de divisores o biombos. Te puedes valer de un par de alfombras de distinto color, y si a un espacio quieres darle mayor importancia en él debe estar la alfombra de mayor tamaño.
Las alfombras modernas se convierten en protagonistas que visten el pavimento de nuestra sala luciéndose per sé o acompañadas con una mesa de centro. Son un punto visual importante cuando nos encontramos sentados interactuando con otras personas.
Ten en cuenta cómo son tus paredes, si tienen estampado te conviene una alfombra lisa que combine con alguno de los tonos de la pared. Si por el contrario las paredes son lisas puedes atreverte con un diseño de alfombra moderna y muy llamativo.
Siempre buscamos detalles o algún elemento que imprima personalidad a nuestro hogar, las alfombras modernas más que un complemento decorativo reflejan nuestro gusto y siempre habrá algún diseñador que materialice en sus creaciones la idea que tenemos en mente