Algunos ejemplos de la arquitectura

Del análisis de la arquitectura que hemos realizado previamente, se desprende que junto a los efectos inmediatos de la disciplina -o sea el entorno construido- existe una fuerte tendencia a mirar más allá del horizonte de los proyectos cotidianos. Esta actitud consiste por una parte en una dimensión de discrepancia intelectual con las tareas de elaboró en el siglo XVIII, proyectos cuya meta no eran ser construidos, sino pasar a formar parte de un museo imaginario de la arquitectura como colección de ejemplos. El arquitecto revolucionario francés Nicolás Ledoux proyectó alrededor de la misma época edificios en los que el simbolismo adquiere un carácter protagonista.

El futurismo italiano a comienzos de este siglo se consideró el modelo de una técnica enaltecida en grado sumo, y el artista ruso Kasimir Malevich intentó incluso tender un puente entre la arquitectura que proyectaba y las formas de sociedad comunistas.

Los ya mencionados metabolistas en Japón (véase pág. 115) aspiraban a solucionar los problemas urbanísticos mediante conceptos arquitectónicos radicales y tecnológicos.
El norteamericano Richard Buckminster Fuller se ocupó en especial de cuestiones del control climático así como de las reservas energéticas y sus incidencias para la vivienda. Con su casa “Dymaxion” intentó combinar el mayor número de ventajas para la vivienda con el mínimo gasto de energía.

Paolo Soleri también se sitúa en la tradición de las utopías urbanísticas, reuniendo, por ejemplo, en el proyecto de una “Mesa City” aspectos arquitectónicos y ecológicos.

En los años sesenta Hans Hollein entre otros, se dedicó a visiones arquitectónicas, y el grupo inglés Archigramm con sus proyectos, se adhirió a un culto positivista de la técnica.

Prosiguen con la larga tradición de utopías y visiones arquitectónicas desde los años setenta gente como León Krier, Peter Cook, el grupo Site, Haus-Rucker Co. y Coop Himmelblau, y desde los años ochenta en particular Zahah Hadid.

Hadid, nacida en Irak y actualmente residente en Londres, está considerada como una arquitecta teórica, aunque también construye. Dibuja imágenes sobre situaciones urbanísticas o edificios para representar qué aspecto podrían tener los nuevos edificios. En su filosofía se ve comprometida con la tradición del movimiento moderno. Por un lado intenta deberse al conjunto, o sea recorre desde la planificación ambiental al urbanismo y a los edificios individuales, espacios interiores u objetos. Por otro lado escoge como técnica de representación la axonometría, en la que se expone una imagen no distorsionada de la realidad en la medida de lo posible. Reprueba la misma existencia del movimiento posmoderno actual: “En Europa reina a nivel cultural la languidez más absoluta; glorificamos sólo el pasado; nuestras ciudades son cada día más provincianas; el movimiento posmoderno en su conjunto es una catástrofe intelectual” (véase: Mónninger, 1988). Sus proyectos de concurso “The Peak”, -un macizo montañoso en Hong Kong, para el que concibió en 1982 lujosos polígonos residenciales con instalaciones comunitarias y de recreo-, o el proyecto para un edificio de oficinas para la Kurfürstendamm en Berlín (1986), le valieron el reconocimiento internacional. Diseña muebles con la misma actitud consecuente, que se fabrican desde 1988 y representan un ejemplo renovado de transición de espacio a objeto.

El ejemplo más reciente de la seriedad y profundidad de la discusión intelectual arquitectónica fue la exposición “Berlín – ¿monumento o modelo de reflexión? Proyectos arquitectónicos para la entrada en el siglo XXI” (Feireiss, 1988). En esta exposición se trataba de proyectar “signos del futuro” que debían determinar no sólo el aprovechamiento sino también el valor simbólico de lugares específicos con un significado especial en Berlín. Esta ciudad que ya de por sí es un monumento, fue motivo de visiones arquitectónicas, por ejemplo el muro como museo, como edificio practicable; torres altas de 751 metros en diferentes lugares de la metrópolis (la altura representaba la edad de la ciudad de Berlín); monumentos móviles sobre raíles y otras muchas propuestas.