En 1902, Henry van de Velde creó un curso práctico de artesanía artística que en 1906 se convirtió bajo su dirección en la Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes y Oficios). En 1919 tras su fusión con la Escuela Superior de Artes Plásticas, nació la Escuela Oficial de la Bauhaus de Weimar con Walter Gro- pius como principal responsable, que acabaría convirtiéndose en el alma del desarrollo posterior del diseño.

A excepción del escultor Gerhard Marcks, Gropius seleccionó exclusivamente a representantes de la pintura abstracta y cubista para ocupar los puestos de profesor de la Bauhaus. Entre ellos estaban Wassily Kandinsky, Paul Klee, Lyonel Feininger, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, Georg Muche y László Moholy-Nagy.

A causa del progresivo desarrollo de los métodos de producción del siglo XIX se rompió la unidad previa entre el proyecto y la ejecución en la artesanía. La directriz de Gropius era conseguir que el arte y la técnica formaran una nueva unidad acorde con su tiempo. La divisa era: “La técnica no necesita del arte, pero el arte necesita en gran medida de la técnica”. Así mismo estaba relacionado con un objetivo fundamentalmente social, que no era otro que el de dejar la impronta del arte en el pueblo. La Bauhaus continuó la doctrina del movimiento de reforma social del cambio de siglo, en particular la que se ocupaba de la cultura de la vivienda. El aire enmohecido del siglo XIX, con sus muebles ampulosos reinando a sus anchas en habitaciones oscuras, debía reemplazarse por nuevas formas de habitat. En resumen, el hombre moderno del siglo XX debía desarrollar nuevas formas de vida en ambientes claros e iluminados (Becher, 1990).