La palabra «alfombra» proviene del árabe «alhombra» que significa esterilla.
El origen, sin embargo, es oriental. Durante todas las épocas, inclusive en la actualidad, la alfombra oriental ha sido la más apreciada.
Desde un punto de vista histórico, las noticias más antiguas que se tienen proceden del antiguo Egipto; asimismo asirios y babilonios alcanzaron una gran perfección en el arte de tejer alfombras, y también los griegos, aunque dentro de una calidad muy inferior. Desde Grecia su uso se extendió a Persia, en donde no tardó mucho en transformarse poco menos que en una poderosa industria nacional, que aún subsiste hoy en día. La belleza y extraordinaria calidad de las alfombras persas han dado nombre a la casi totalidad de la producción asiática, de manera que muchas alfombras orientales producidas en distintos países, son conocidas con la denominación de persas. Es más, a la imitación de tales mercancías, cualquiera que sea el país de origen, erróneamente el público —y el vendedor— suelen calificar de «alfombras persas».
La base de tal popularidad debe buscarse en el hecho de que, en un principio, eran persas la inmensa mayoría de las alfombras de diseño que llegaban a Europa. Durante los últimos años de la civilización griega y romana se efectuaron importaciones masivas de este género, creando un tráfico muy importante entre los países mediterráneos y los orientales. Posteriormente los árabes introdujeron dicha mercancía en el Occidente, a través de España. Y durante el
Renacimiento, fueron los venecianos los encargados de mantener el mercado persa abierto a nuestra civilización.
Después de Italia comenzaron a usarse en Francia y más tarde en Inglaterra, donde las introdujo la reina Leonor de Castilla, pero siempre importadas de Oriente, en especial de Persia, cuyos productos decorados casi de manera exclusiva por medio de motivos florales, alcanzaron su mayor grado de perfección entre los años 1550 y 1650.
La primera nación europea que se dedicó a la fabricación de alfombras fue Francia, instalando unos talleres en Beauvais, dedicados también a la fabricación de tapices, y más tarde en la factoría de los Gobelinos. Con motivo de luchas intestinas políticas,
muchos trabajadores, franceses pasaron a Inglaterra e introdujeron en esta nación la fabricación de alfombras. Después pasó a Bélgica y desde allí a otros muchos países europeos y al continente americano.
Conoce las alfombras de diseño moderno. Alfombras modernas Valencia